El político chileno eminente, filósofo y director del cine Marco Enríquez-Ominami sobre Cuba, América Latina y su documental “Al fondo a la izquierda”, que se estrenó en San Petersburgo como parte de la exposición fotográfica ¡Viva Cuba Viva? en el espacio del ARCHCLUB (Sevcabel Port).
Oxana Katysheva: Ante todo, me permita saludarle en San Petersburgo, en nuestra exposición fotográfica ¡Viva Cuba Viva? dedicada a los 500 años de la ciudad de La Habana. ¿Cuáles son sus impresiones al respecto? Sabe muy bien la realidad de Cuba moderna y por supuesto tiene su propia imagen de la Habana. ¿Si nuestra exposición logra mostrar el carácter de la capital cubana y sus habitantes?
Marco Enríquez-Ominami: Sí, es un gran retrato de la vida de la Habana, de la vida urbana, de la vida cotidiana, de la vida religiosa, de la vida cultural, de la vida doméstica, de la vida filial. Precioso. Conozco mucho la Habana y me encanta. Fui muchas veces desde pequeño. Gran retrato. Tres grandes fotógrafos.
О.К.: ¿Cómo podría evaluar las transformaciones políticas que Cuba está atravesando hoy? ¿Qué significado tienen para la América Latina?
M.E.-O.: Creo que Cuba ha jugado y juega un rol trascendente en la historia política de la América Latina, en su sistema democrático, en sus proyectos progresistas, en sus contradicciones, en sus demonios. La América Latina siempre tenía una relación muy difícil con los Estados Unidos, y a la vanguardia de eso estaba Cuba, esta pequeña isla que se sitúa a minutos de los Estados Unidos. Entonces es un proyecto de desarrollo, proyecto singular, proyecto complejo. Y para la izquierda continental es la referencia donde comenzó este proyecto revolucionario marxista que ha inspirado muchos proyectos en muchos países.
О.К.: ¿Cómo podría caracterizar la situación actual en la región? La crisis persistente en Venezuela, reciente crisis política en Perú, destitución de Morales en Bolivia, protestas en Colombia, Ecuador, Chile… La América Latina de nuevo comprueba la fama de “continente hirviente”. ¿Por qué ocurre así?
M.E.-O.: La América Latina es un continente que se independizó con mucha dificultad. Es un continente de colonias, es un continente donde además todos sus modelos políticos y económicos tienen ventajas y desventajas. Y son las desventajas que podrían servir de explicación.
Una es que sigue siendo un continente exportador de materias primas sin valor agregado: carne en Argentina y Paraguay, cobre en Chile y Perú, petróleo en Ecuador y Venezuela, por fin, gas en Bolivia. Son modelos de desarrollo que básicamente exportan materias primas y no de manera complementaria. Entonces son las economías que compiten rápidamente entre si.
La segunda explicación de porque hay dificultades, es que institucionalizarnos democráticamente ha costado mucho. Lo que ha pasado en Brasil con Dilma Russeff, en Ecuador, Bolivia, Chile, Venezuela, todo eso también las crisis institucionales.
Y, en tercer lugar, el rol de los Estados Unidos que han sido más bien un factor desestabilizador, porque su gobierno sancionó políticas profundamente intervencionistas.
Entonces es un continente que hierve, como dices tú, es un continente con dificultades que conoció mucho más la prosperidad con los gobiernos progresistas que con los gobiernos conservadores de los últimos dos o tres años. Las explicaciones están allí dando vuelta. Esas tres cosas. Y una cuarta quizás, es que la reducción de la pobreza latinoamericana fue muy acelerada y originó las capas medias. Y esas capas medias son muchas y tienen aspiraciones que probablemente los progresistas no supieron atender.
О.К.: Vamos a detenernos más detalladamente en la situación en Chile. Como respuesta a las protestas masivas del año pasado se procedió a preparar el referéndum nacional sobre el futuro de la Constitución del país. El plebiscito se celebrará en abril. ¿Cómo podría evaluar sus resultados? ¿Qué piensa de la reforma constitucional en Chile?
M.E.-O.: La economía de Chile es poco diversificada, que genera bajos salarios y es exportadora de tres productos: salmón, cobre y madera. Y eso explica por que en contexto de alta desigualdad buena parte de su pueblo experimenta hastió y cansancio. Y esa rebeldía se expresó con mucha dureza y a veces con violencia en las calles. Y el acuerdo logrado, que es un acuerdo malo pero bueno, que tiene cosas malas, pero también tiene aspectos aceptables, es el plebiscito del mes de abril en Chile. Que es el primer en la historia de Chile. En que vamos a discutir el marco constitucional que nos rige. Es un momento inédito, histórico, fascinante, con problemas. Con el presidente conservador que es enemigo de esto, y con un pueblo que con toda razón siente que esto no es sinónimo de prosperidad.
О.К.: ¿Qué importancia da Usted al trabajo del grupo de Puebla fundado con su participación más directa en el año pasado? ¿Cómo podría caracterizar los objetivos de esta asociación?
M.E.-O.: El grupo de Puebla es un grupo de hombres y mujeres libres, deliberantes, abiertos al dialogo, que representan a si mismos y no a los partidos. Es grupo progresista de la gente centro-izquierda. Y hemos acordado reunirnos tres veces al año para pensar y articular el progresismo políticamente.
La primera fundacional fue en la ciudad de Puebla. En esa ciudad nos juntamos 30 líderes de 10 países. Y acordamos básicamente avanzar en denunciando la utilización de justicia para afectar los proyectos políticos progresistas. Acordamos avanzar con propuesta concreta en materia de integración regional.
En el segundo encuentro que tuvo en Buenos Aires, encabezado por el presidente electo de Argentina Alberto Fernández, nos juntamos 40 líderes, pero esta vez de 13 países. Hemos avanzado seriamente en una propuesta de convergencia de los países de América Latina, convergencia que consiste en reunir todos los foros multilaterales regionales que son muchos: ALBA, UNASUR, MERCOSUR, PROSUR, grupo de Lima. Entonces el grupo de Puebla siempre trata de promover la idea de que juntos llegamos más lejos, y que la América Latina debe estar unida frente a la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, frente un socio político-comercial tan complicado como Europa, frente a la necesidad de mayor comercio entre nosotros, pero también de mayor paz.
О.К.: Hay que notar que su película documental “América Latina: Al fondo a la izquierda” fue aceptada con gran interés por el público de San Petersburgo, pero algunos momentos perdieron actualidad teniendo en cuenta la situación política actual en la región. ¿Puede dar algunos comentarios al respecto? ¿La dinámica de procesos testimonia a favor de unos u otros protagonistas de su película, o no? ¿Tiene Usted ideas o proyectos relacionados con Rusia o sus socios rusos?
M.E.-O.: Vivimos una jornada accidentada. Porque habían liberado a Lula ex presidente de Brasil, preso incorrectamente. Se dio el mismo fin de semana cuando reunimos con el golpe de estado contra Evo Morales presidente constitucional democráticamente electo. Y se dio después el regreso de progresistas en el gobierno de Argentina. La película “Al fondo a la izquierda” refleja mi búsqueda subjetiva. Soy autor, pero no busco ser objetivo. Es mi visión de las dificultades de la América Latina y de porque en su desarrollo tropeza con tantas dificultades hoy. Nos encantaría que película tuviese mayor difusión y ojalá fuera se exhibiese en Rusia. Y también como el grupo de Puebla hemos entendido la necesidad de desideologizar las relaciones políticas, politizarlas y contribuir por tanto a las relaciones fraternales y de diálogo por ejemplo con Rusia y con sus líderes políticos.
La versión de audio está disponible aquí.
