Coronavirus en América Latina

A principios de marzo, el número de infectados por coronavirus en el mundo superó los 85 mil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado el nivel de amenaza de propagación mundial de esta enfermedad a “muy peligroso”. El 26 de febrero, se notificó el primer caso de coronavirus en Brasil. ¿Cuál es la situación en América Latina? ¿Y cómo piensan los Gobiernos latinoamericanos enfrentar una epidemia mortal?

A finales de diciembre de 2019, las autoridades chinas informaron un brote de neumonía de origen desconocido en Wuhan, provincia de Hubei. Los investigadores encontraron que el agente causal de la enfermedad era un nuevo tipo de coronavirus: 2019-nCoV. El coronavirus es un patógeno que puede afectar los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso de humanos y animales. Este patógeno es capaz de transmitirse de persona a persona. En los últimos meses, el coronavirus ha comenzado a “capturar” más y más territorios nuevos. Por lo tanto, el brote de esta peligrosa enfermedad en China se está convirtiendo gradualmente en una emergencia internacional de salud pública.

El primer caso de infección con coronavirus peligroso en América Latina se conoció el 26 de febrero. El paciente fue diagnosticado en Brasil. Del 9 al 21 de febrero, él estaba de vacaciones en Italia, un país que en Europa se convirtió en el centro de la propagación de un nuevo tipo de neumonía. Ahora el infectado está aislado en uno de los hospitales de la metrópoli más grande del país, São Paulo. Por el momento, los médicos evalúan la condición del hombre como estable, los síntomas no son graves. Los representantes del Ministerio de Salud de Brasil señalan que también analizan otras 20 situaciones sospechosas.

El 28 de febrero, llegaron noticias inquietantes de México. El Ministerio de Salud del país latinoamericano anunció dos casos de infección con el nuevo tipo de coronavirus COVID-19. Cabe señalar que estos son los primeros casos registrados en México. Uno de los infectados, residente de la capital de la Ciudad de México, visitó Italia en febrero, que se enfrentó a un brote de coronavirus. Cinco de sus familiares, con quienes estaba en contacto, fueron puestos en cuarentena de inmediato. El segundo caso es en el Estado de Sinaloa, ubicado en el noroeste del país. No se proporcionan datos sobre sus viajes recientes a otros países.

El 29 de febrero, el primer caso de infección por coronavirus tipo COVID-19 se registró en Ecuador, la Ministra de Salud del país, Catalina Andramuño Zeballos, anunció oficialmente esto en una conferencia de prensa en Guayaquil. El portador del virus era ciudadano de Ecuador, que reside permanentemente en España. Según el Ministerio de Salud del país latinoamericano, el 14 de febrero, él llegó al Aeropuerto Internacional de José Joaquín de Olmedo sin ningún síntoma de infección, pero al día siguiente se sintió mal y tuvo fiebre, y fue hospitalizado. La Ministra confirmó que se realizaron todas las pruebas necesarias, incluida una prueba de coronavirus en el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI). Según Catalina Andramuño, el Gobierno ecuatoriano tiene todos los reactivos necesarios y especialistas capacitados. Por el momento, el diagnóstico del paciente ha sido confirmado y aislado. Los médicos hacen una lista de contactos con los que interactuó para evitar una mayor propagación de la enfermedad.

Además de tres casos de infección por coronavirus, no se han identificado otros casos confirmados en América Latina. Hoy, en medio del pánico y la preocupación mundial, los residentes de la región también hacen una serie de preguntas. ¿Pueden los Gobiernos latinoamericanos resistir la propagación de una enfermedad peligrosa? ¿Qué tan preparados están los países latinoamericanos para diagnosticar el coronavirus? ¿Qué tan equipados están los Estados de la región con las herramientas y especialistas necesarios para contrarrestar y tratar un nuevo tipo de neumonía?

En febrero, varios países hicieron declaraciones oficiales y celebraron una serie de conferencias de prensa destinadas a explicar la situación en la región a la población local y confirmar la voluntad de los Gobiernos para combatir la enfermedad global.

Colombia se convirtió en el primer país latinoamericano en romper el silencio. El 4 de febrero, el Ministerio de Salud de este Estado en su cuenta oficial en la red social “Twitter” hizo un llamamiento a la población para garantizar que el Gobierno colombiano ahora pueda diagnosticar de forma independiente la presencia del coronavirus 2019-nCoV en un paciente. Como se señaló, este resultado se logró gracias al trabajo del Instituto Nacional de Salud, ubicado en Bogotá. Los resultados de diagnóstico ahora se obtendrán en el país dentro de un período de ocho horas.

El 11 de febrero, el Ministro de Salud de Bolivia, Aníbal Cruz Senzano, no confirmó el caso de una posible infección con un coronavirus de un ciudadano del país de la ciudad de Cochabamba que llegó de China. Un hombre joven de dieciocho años fue puesto en cuarentena después de un viaje a la RPC. Según el Ministro, el análisis se realizó en un laboratorio en Bolivia, y el Gobierno cuenta con todas las tecnologías especializadas para diagnosticar y prevenir la enfermedad. El 3 de febrero, se anunció la introducción del control epidemiológico en tres aeropuertos internacionales y en las fronteras terrestres en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Según los últimos datos, el 3 de marzo, los casos de infección por coronavirus se detectaron por primera vez en dos países latinoamericanos: Argentina y Chile. Según el Ministerio de Salud de Argentina, el infectado fue colocado en una clínica suiza en Buenos Aires. Según información preliminar, el argentino estaba infectado con un virus en Italia o España. Según la declaración del Gobierno chileno, la primera persona que enfermó en este país latinoamericano se encuentra en un hospital en Talca, a unos 350 km al sur de la capital de Chile, Santiago, y los médicos evalúan su condición como satisfactoria.

Por el momento, el coronavirus solo está tratando de “penetrar” en América Latina, sin embargo, se aíslan casos de infección con neumonía de un nuevo tipo en la región. Además, según las declaraciones de los Gobiernos latinoamericanos, en general, los Estados están listos para combatir una enfermedad peligrosa y tienen la intención de tomar todas las medidas necesarias para prevenir su propagación.