El 25 de agosto Uruguay celebró el 195 aniversario de la independencia de la República. Durante más de siglo y medio, Rusia y Uruguay han estado vinculados por una relación de amistad, entendimiento y respeto mutuo, que es la base para fortalecer la cooperación entre los dos países en diversos campos. A la fecha conmemorativa cabe volver a la historia de las relaciones ruso-uruguayas. ¿Qué une a Rusia y Uruguay hoy?
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Oriental del Uruguay y el Imperio Ruso se llevó a cabo mediante el intercambio de cartas de notificación y respuesta entre el Presidente de Uruguay, Gabriel Pereira (Gabriel Antonio Pereira), y el Emperador Alejandro II en 1857. Hasta ese momento, Rusia en el sur del Nuevo Mundo tenía relaciones solo con el Imperio brasileño. Gracias a la iniciativa de la parte uruguaya se inició el establecimiento de relaciones entre la corona rusa y las repúblicas de América Latina.
Después de la Revolución de octubre de 1917, se suspendieron las relaciones diplomáticas y en 1926 se restablecieron con la URSS. Posteriormente, en 1935, fueron nuevamente interrumpidos por la parte uruguaya, para luego ser renovada en 1943. Sin embargo, la intensa dinámica de contactos bilaterales en diversos campos de actividades se manifestó recién en la década de los noventa del siglo XX. La base de la interacción ruso-uruguaya es el “Tratado de Amistad y Cooperación entre la Federación de Rusia y la República Oriental del Uruguay” firmado en 1997.
Desde principios de los años 2000 la arquitectura emergente de un mundo multipolar abre nuevas oportunidades para América Latina, que está cambiando su posición tanto en el plano económico como en la proyección política. Uruguay se destaca en la región por el carácter igualitario de la sociedad (indicador global de alto ingreso per cápita, bajos niveles de desigualdad social y pobreza, ausencia casi total de pobreza extrema). Según las estadísticas, la clase media uruguaya es la más numerosa de América, representando aproximadamente el 60% de la población total. Según el Banco Mundial, la República Oriental del Uruguay ocupa el primer lugar entre los países latinoamericanos en términos de diversas medidas de bienestar, como el Índice de Desarrollo Humano (inglés – Human Development Index), el Índice de Oportunidades Humanas (inglés – Human Opportunity Index) y el Índice de Libertad Económica (inglés – Economic Freedom Index).
Las estadísticas publicadas a fines del primer semestre de 2019 indican que luego de un período de 16 años de crecimiento continuo, el estancamiento de la economía uruguaya, que puede derivar aún más en recesión: desde el inicio del segundo trimestre de 2018, la dinámica del desarrollo económico del país viene mostrando casi cero indicadores. Debido al declive de la actividad en los sectores de agricultura y silvicultura, ganadería, construcción, comercio, así como en el campo de los servicios de hotelería y restaurantes, se puede observar una disminución de la demanda de consumo, inversión y exportación. Varios analistas económicos señalan que estos y otros procesos negativos en la economía uruguaya están significativamente influenciados tanto por la desfavorable situación financiera y económica de los principales socios comerciales regionales: Brasil y Argentina, como por los problemas asociados a la desaceleración global del crecimiento económico.
En 2019, hubo un crecimiento económico “muy modesto” en Uruguay a un nivel de 0.6-0.8%. Para 2020, estas previsiones lucen algo peor debido a la pandemia provocada por el brote del coronavirus que ha afectado a todos los ámbitos de la vida. En 2021, sujeto a una mejora en la situación económica externa y una entrada de inversiones al país, Uruguay probablemente podrá alcanzar los indicadores del 2019.
La República Oriental del Uruguay, siendo un pequeño país con una población de menos de 4 millones de personas, hoy ocupa el lugar de uno de los socios rusos más importantes y confiables de la región. En los últimos años se ha mantenido un diálogo político constante entre los países, se han ido construyendo lazos en los campos del comercio, la agricultura, la educación y la cultura. Según las estadísticas oficiales del Centro de Exportación de Rusia, Uruguay ocupa el puesto 101 en comercio, 132 en exportaciones y 78 en importaciones de Rusia. Según la Administración Nacional de Aduanas, el volumen del comercio ruso-uruguayo en 2019 disminuyó un 12,3% y ascendió a 202,2 millones de dólares estadounidenses. Las importaciones rusas de productos uruguayos alcanzaron los 155,3 millones de dólares estadounidenses (-10,5%) y las exportaciones: 46,9 millones de dólares estadounidenses (-17,8%). La participación rusa en el comercio uruguayo se mantiene en el nivel del 1%.
Rusia es un importante socio comercial de Uruguay desde hace diez años y es uno de los diez principales destinos de exportación del país latinoamericano. La Federación de Rusia ocupa ahora el séptimo lugar en esta lista. La República Oriental del Uruguay es el segundo mayor proveedor de carne y productos lácteos a Rusia después de Bielorrusia. En la estructura de las exportaciones rusas a Uruguay en el período de 2018 a 2020 la mayor parte de los suministros corresponde a los productos de la industria química (alrededor del 80-82% del volumen total de las exportaciones rusas a Uruguay); productos minerales (alrededor del 12-13%); maquinaria, equipo y vehículos (2-3%); textiles y calzado (0,05-1,5%); productos de madera y pulpa y papel (0,5-1%). En la estructura de las importaciones rusas desde Uruguay en el período mencionado, la mayor parte de los suministros está compuesta por productos alimenticios y materias primas agrícolas (alrededor del 96-97% del volumen total de las importaciones rusas desde Uruguay); productos de la industria química (1,85-2%); textiles y calzado (0,4-1,2%).
En resumen, cabe señalar que las relaciones de amistad y confianza mutua de vínculo durante más de siglo y medio, crean una base sólida para el desarrollo de la interacción ruso-uruguaya. En los últimos años, las relaciones bilaterales se han desarrollado en una línea ascendente: se ha incrementado la intensidad del intercambio de delegaciones, se han realizado reuniones a nivel de jefes de departamentos y ministerios. Desde 2014, la Comisión Intergubernamental Ruso-Uruguaya de Cooperación Comercial, Económica, Científica y Técnica ha retomado su trabajo. En un mundo multipolar, Uruguay es un socio muy prometedor de Rusia en la región de América Latina, cuyas relaciones se basan en la proximidad de las posiciones de los dos países sobre temas clave de la agenda moderna basada en la primacía del derecho internacional, lugar central de la ONU en el sistema de desarrollo político y social.
