En 2009 debido a una serie de problemas para garantizar la seguridad de los participantes y aficionados, el “Dakar” se trasladó de África a América del Sur. En ese momento parecía que la carrera estaba entrando en una era de prosperidad en la región tranquila, pintoresca y muy interesante para los fabricantes de automóviles. Sin embargo, contrariamente a todas las expectativas, todo resultó no ser tan simple. En la anterior ruta africana, al mismo tiempo, surgió una incursión de la competencia “Carrera de África” que cada año “roba” a los equipos fuertes y con experiencia, así como también a los ciclistas famosos.
En 2016 se surgieron varios problemas económicos y políticos en la región de América Latina, en las cuales el “Dakar” llegó en 2006. El primer país que se negó a dejar entrar una carrera popular hace dos años fue Chile que, debido al terremoto, enfrentó una crisis económica. Por razones económicas, luego se refirió Perú, y en el calendario del “Dakar” había solo dos países: Bolivia y Argentina. En 2017 aún lograron juntar a Paraguay, pero al final, dos etapas debido al mal clima tuvieron que ser canceladas. En esta temporada de aniversario, el “Dakar” volvió nuevamente al Perú, y también pasó por ciudades argentinas y bolivianas.
El segundo lugar está ocupado por el representante de Bielorrusia – Alexander Vyazovich (MAZ), el tercer lugar fue ocupado por Airat Mardeev, quien también apoya al “KAMAZ-Master”. Otro miembro del equipo ruso, Dmitry Sotnikov, ocupó el décimo lugar. Cabe señalar que Nikolaev es por tres veces ganador del “Dakar”. Previamente ganó el maratón en 2013 y 2017.
El 12 de febrero, en la capital institucional boliviana, los funcionarios de la Embajada de Rusia en Bolivia se reunieron personalmente con el equipo “KAMAZ-Master” y desearon a los participantes la victoria. El capitán del equipo Eduard Nikolaev señaló que la bienvenida particularmente cálida por segundo año es en la ciudad de La Paz.
En cuanto a la dimensión política del rally-raid “Dakar”, cabe destacar la ambigua actitud hacia la legendaria competencia deportiva por parte de los países latinoamericanos. Cada año, la carrera está causando más y más resonancia en los países de la región, el número de opositores también está aumentando: los lemas políticos están sonando cada vez más. Los residentes de los países por cuyas pintorescas extensiones el poderoso “Dakar” pasa como un “hilo”, juzgan los gastos de los Gobiernos para la celebración del evento deportivo a gran escala. En el centro de la crítica “anti-Dakar” están los problemas ambientales de la región. Después de 2016 cuando Chile se negó rotundamente a celebrar el “Dakar”, en Argentina y Bolivia nuevamente se comenzaron a hablar sobre la conveniencia de la carrera en la región de América Latina.
Los manifestantes arrojaron objetos ajenos bajo de las ruedas del transporte que acompañaba el rally-raid. Al pasar la parte principal la policía logro dispersar a los manifestantes que gritaban: “Queremos los hospitales, y no el Dakar”.