El número de casos y muertes por la pandemia peligrosa en América Latina está creciendo constantemente. Hasta el 8 de abril, más de 35 mil personas se infectaron con COVID-19, que es el doble que hace una semana, murieron más de 1.500 pacientes, que se desprende de los datos de los Ministerios de Salud de los Estados. ¿A qué crisis sociales se han enfrentado los países de la región? ¿Cómo responden los gobiernos latinoamericanos a los nuevos desafíos?
Hace una semana, según los datos del 30 de marzo, había 15.084 pacientes en América Latina, de los cuales 352 fueron mortales como resultado de un nuevo tipo de neumonía. Una semana después, los indicadores aumentaron en promedio 2.5 veces: más de 35 mil infectados con el virus y más de 1.500 muertes. Ahora, las primeras muertes por el coronavirus se han registrado en países como El Salvador, donde no se registró una sola muerte hace una semana.
Los primeros tres países en términos de número de casos permanecen sin cambios. Brasil ocupa el primer lugar (14.275 casos confirmados, 719 mortales, 127 recuperados), Chile es el segundo (5.546 infectados, 48 fallecidos, 1.115 curados), Ecuador es tercero (3.995 contagiados, 222 fallecidos, 140 recuperados).
Un fuerte aumento en los casos durante la semana se mostraron México, donde el número de casos aumentó bruscamente de 251 a 2.785 casos, 141 personas murieron, en lugar de dos semanas antes; Panamá – 2,249 casos, en lugar de 245 hace una semana, 59 personas murieron. Esta semana en Perú el número de personas infectadas con el coronavirus se ha triplicado, según los datos del 8 de abril – 2.954 casos confirmados, 107 – casos fatales, 1.301 lograron recuperarse.
En la República Dominicana, el número de personas contagiadas aumentó en más de siete veces – hasta 2.111 personas, de las cuales 108 murieron y 50 se recuperaron; en Argentina: 1.715 casos confirmados, 63 fallecidos y 338 recuperados; en Colombia: 1.780 casos contagiados, de los cuales 50 fueron muertos y 100 recuperados. En Uruguay: 424 personas ya están enfermas, 7 de ellas murieron (267 lograron recuperarse), en Costa Rica: 483 resultaron infectadas y 2 fallecieron. En Honduras cinco veces más casos de COVID-19 – 312, 22 han muerto; en Cuba se triplicó: 457 infectados, 12 murieron.
El número más pequeño de personas infectadas con un nuevo tipo de neumonía es en América Central. En Venezuela: 166 personas están contagiadas, 7 personas murieron. En Guatemala: 87 resultaron infectados y tres murieron; en El Salvador: 93 personas están enfermas (5 de ellas son fatales); en Nicaragua hay solo seis casos, dos personas murieron.
Entre los Estados sudamericanos, Bolivia y Paraguay aún ocupan los puestos más bajos en el número de casos confirmados de infección por el coronavirus. Según datos oficiales del 8 de abril, se registraron 210 pacientes en Bolivia, de los cuales 15 fueron mortales, dos recuperados. En Paraguay el número total de infectados es 119, de los cuales 5 fallecidos, 15 recuperados.
El 6 de abril, llegaron noticias preocupantes de Ecuador. En la gran ciudad del país latinoamericano de Guayaquil, los hospitales y las morgues quedaron tan abrumados por el brote del virus COVID-19 que los cadáveres quedaron en las calles. Debido a los hospitales abarrotados, las personas morían en anticipación de la atención médica. El Jefe del Servicio de la Fuerza de Tarea Conjunta, Jorge Wated (Jorge Wated Reshuan), creado para hacer frente a la crisis de salud en Ecuador, dijo que en los próximos meses, se estima que se esperan entre 2500 y 3500 muertes solo en la provincia de Guayas, en la que se encuentra la ciudad de Guayaquil.
El Embajador de Ecuador en Rusia, Julio César Prado Espinosa, el 8 de abril pidió ayuda a las empresas e instituciones rusas en la lucha contra el coronavirus con una solicitud para brindar apoyo y asignar medicamentos, máscaras y respiradores. Se espera que antes del final de esta semana, el Presidente de Ecuador, Lenin Moreno (Lenín Boltaire Moreno Garcés) anuncie nuevas medidas para combatir la crisis sanitaria.
El 8 de abril en Bruselas, la Comisión Europea anunció oficialmente su apoyo financiero a varias regiones en la lucha contra la propagación de la pandemia. El documento final señala que la UE asignará 15 mil millones de euros para combatir el coronavirus, 918 millones de euros recibirán países de América Latina y el Caribe.
Según representantes de la Organización Mundial de la Salud, dicha diferencia en la propagación del virus COVID-19 en América Latina depende de varias variables: el término de las medidas de cuarentena, la accesibilidad de la población a los sistemas de salud pública, la naturaleza de las medidas restrictivas, la disponibilidad de equipos médicos y el nivel de desarrollo de la medicina en general. La OMS cree que países como Bolivia y Paraguay, a pesar de sus niveles muy bajos de medicina, pueden frenar el contagio por el coronavirus porque estos Estados sudamericanos introdujeron medidas estrictas de cuarentena antes que sus vecinos en la región. Los países con un nivel bastante alto de atención médica y acceso a servicios médicos (Uruguay, Argentina) muestran una tasa muy alta de cura para la neumonía peligrosa.
Desde la segunda quincena de marzo, gradualmente todos los países de la región han cerrado sus fronteras para los extranjeros para limitar la propagación del coronavirus en América Latina. Hoy, cada Estado está tratando de hacer frente a la propagación de la pandemia peligrosa dentro de su territorio. Sin embargo, las siguientes dudas siguen siendo los temas principales en la agenda regional. ¿Qué métodos de lucha contra el virus COVID-19 elegirán los sistemas de salud gubernamentales, que en la mayoría de los casos se caracterizan por la escasez de especialistas, medicamentos y equipos médicos? ¿Cómo pueden los países latinoamericanos, algunos de los cuales se encuentran en medio de una crisis económica, recuperarse de las difíciles consecuencias comerciales y económicas? Los gobiernos regionales tendrán que dar respuestas equilibradas a estos y otros desafíos a través de decisiones sistemáticas en los próximos meses.