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Культура Cultura

Andrea Pasos. Sentir la creación

Desde el primer contacto con las obras de Andrea Pasos, la joven artista visual de México, se siente un impulso que no deja lugar a la indiferencia. A primera vista sus pinturas parecen oscuras, dramáticas, pero siempre cautivadoras por la profundidad de emociones y detalles vibrantes que se expresan a través de colores y formas.

La breve entrevista con Andrea no fue suficiente para descubrir las variadas fuentes de su inspiración, pero yo aprecié cada minuto hablando con ella e interlazando aspectos cotidianos con los metafísicos. Su relación con el arte es profunda y natural, a la vez llena de ternura y pasión. Guiado por el inconsciente, su arte nos invita a entrar el laberinto de sentidos y señales, interpretados en un revoltoso simbolismo.

Andrea en Instagram (@andreapasosart).

Andrea Pasos

“Hasta cuando no pintas, lo sigues haciendo. En tu mente”

El terreno para el arte es diverso: experiencias propias, sentimientos, relaciones, sentimientos, vida cotidiana, miedos, naturaleza, un diferente enfoque al mundo. Pero primero buscas el terreno y empiezas a labrarlo.

Nuestra conversación es como un diálogo interrumpido por casi 20 años: la última vez que nos vimos fue en los días de despreocupada infancia. ¿Qué significan para ti las memorias de este periodo?

Andrea: ¡Hay tantas formas de evaluar esta etapa! En retrospectiva, los primeros pasos en el camino de la vida lucen puros, buenos y libres de preocupaciones… Pero es una mirada hacía atrás. Al estar en el momento, siendo niño, exploras y no tienes miedo de experimentar, pero a la misma hora haces tus errores, te vas llenando de miedos, pasando por traumas. El mero nacimiento es de las experiencias más fuertes: llegamos a este mundo sucios y lo primero que hacemos es llorar. Es algo muy fuerte y carnal.

© Andrea Pasos. El Despertar, 2017

© Andrea Pasos. El Despertar, 2017.
Colección Privada.

De verdad… Un inconsciente grito del alma. Parece que al llegar no estamos tan satisfechos del punto de destino, pero con el tiempo nos vamos adaptando a este campo de juegos que es la vida.

A: Más o menos. En realidad los niños son más adultos de lo que piensan los adultos… Además, hasta ya siendo “grandes y serios”, enfrentamos casi los mismos desafíos que teníamos siendo niños: la aceptación, conformidad con las normas y expectaciones de la que estamos cargados. Nos estamos forjando de día en día y seguimos acumulando experiencias, pero ya con más tabús y reglas. Lo que importa, es no perder las ganas de jugar y saber abstraerse, cambiar perspectivas.

¿Es de la ahí donde crece el simbolismo de tus obras?

A: Jalamos mucho desde los primeros años de la vida. Utilizo la fantasía y el simbolismo para representar mis historias. Los temas, conceptos, personajes a veces se repiten en las pinturas que hago. Algunos surgen  del periodo infantil, otros nacen en mis experiencias actuales.

© Andrea Pasos. Aguacero, 2019

© Andrea Pasos. Aguacero, 2019.
Colección Privada.

Sin duda has escuchado hablar de tu arte como una materia que conmueve y hasta perturba. ¿Es algo que tú buscas despertar en los demás o más bien una impulsión que viene por dentro y busca ser expresada?

A: Mis obras son principalmente introspectivas, no pinto para que alguien sienta algo ni tampoco para llamar la atención. Lo que busco es crear un diálogo, contar historias, compartir, pero nunca obligar. Es la pintura que me controla a mí y no al revés. Puedes tener una idea en mente, la intención de expresarla en una forma concreta, pero cuando tocas el lienzo con el pincel – todo se transforma y te dejas ser guiado por el proceso y la obra.

Compartir y no obligar Es una práctica preciosa para las relaciones interpersonales. Pero regresando a tu estilo y objetivos, ¿cuáles son los conceptos principales que abordas? ¿Y qué sientes a la hora de ver tu obra terminada, una narración visual?

A: Yo creo que son las experiencias universales las que me atraen, la infancia, el miedo, las relaciones interpersonales, los secretos, el juego, la lucha de ambos el espíritu y la personalidad… Creo que eso me permite tener todos los temas al alcance y no sentirme presa de alguno en específico porque en realidad la vida no abarca un solo tema, es mucho más compleja y eso es lo que hace interesante pintar, porque puedes explorar y profundizar, conjugar experiencias contradictorias y resignificarlas. Lo que siento al ver la obra terminada es satisfacción y alivio de ver el enredo que estaba en mi mente  por fin comprendido y sintetizado en una imagen.

© Andrea Pasos. Impulsos Empedernidos, 2018

© Andrea Pasos. Impulsos Empedernidos, 2018.
Colección Privada.

Tu estilo es muy auténtico y sincero, pero la mayoría de las obras que he visto son oscuras o en blanco y negro. ¿Existe algún significado asignado a los colores?

A: Si te das cuenta, siempre hay detalles de color vibrante o tonos fuertes: la idea de la luz en la oscuridad. Antes pintaba más espacios cerrados, oscuros – creo que fue mi primera etapa. Ahora estoy saliendo de mi zona de confort. Me gusta usar la idea de jardines y laberintos nocturnos como escenas. Pero sigo experimentando: empecé a trabajar en mi primer pintura con paisaje de día. Conforme voy evolucionando la misma obra me va pidiendo que explore nuevos personajes y escenarios que se añaden a mi imaginario pictórico.

Ahora sé un poco más sobre la pintura que fue parte de nuestra videoconferencia de una manera muy orgánica. La obra en el taller de Andrea luce de vividos tonos verdes y azules.
© Andrea Pasos. Transfiguraciones, 2019

© Andrea Pasos. Transfiguraciones, 2019.
Colección Privada.

En estos términos tu Impostor es ejemplar: un jardín nocturno contrastando con la luminiscencia de las luces, el hombre con la máscara de conejo y los animales a su alrededor… ¿Pero por qué El Impostor? ¿Cuál es la historia de sus caracteres?

A: La obra es una historia que muestra a un grupo de conejos en un prado nocturno que se encuentran atraídos hacia unas lámparas. Sospechosamente cerca se encuentra un hombre vestido de traje, portando una máscara de conejo. El hombre simboliza a una persona en el poder que se quiere hacer pasar por uno de los conejos mientras les tiende una trampa. Algo así como un lobo vestido de cordero. Los conejos, aunque inteligentes, simbolizan en el cuadro la vulnerabilidad, la curiosidad y la inocencia. Por ello el nombre “El impostor”. El cuadro hace referencia tanto a la naturaleza humana como a las relaciones de poder.

La pintura de Andrea Pasos “El Impostor” (óleo sobre tela) fue comprada por un cliente privado poco después de haber sido presentada en enero del 2020. 
© Andrea Pasos. El Impostor, 2020

© Andrea Pasos. El Impostor, 2020.
Colección Privada.

La opinión común sobre los artistas es que viven una vida caótica y hasta desordenada. Sin horarios fijos, agenda y otros atributos del trabajo de oficina, digamos. ¿Cómo es tu rutina? 

A: Realmente la profesión te permite tener un control sobre tus horarios y flexibilidad para trabajar diferentes proyectos a la vez. Creo que si puede llegar a ser desordenado y caótico a veces por la naturaleza de los procesos creativos, a veces las ideas llegan en cascada y te consumes trabajando y otras no tanto. Pero en general trato de trabajar en un horario que me permita encontrar silencio y claridad mental. Fuera de eso es una rutina con mucha libertad, pero que requiere disciplina para aprovecharla.

Andrea Pasos en Instagram (@andreapasosart).

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