En estos días de noviembre, la Argentina acoge el 35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo y el único festival de cine de categoría “A” de América Latina según la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF). Debido a la pandemia, este año por primera vez el festival se realiza en formato virtual.
Un poco de historia
El Festival de Cine de Mar del Plata se celebró por primera vez en 1954 por iniciativa del presidente de Argentina, Juan Domingo Perón. Fue un gran evento internacional, con la participación de 18 países. La ciudad de Mar del Plata fue visitada por una leyenda del cine mudo, la actriz estadounidense Mary Pickford, el sex symbol de Hollywood de los años 1930s y 1940s Errol Flynn, la mundialmente famosa actriz italiana Gina Lollobrigida, y el director soviético de culto Sergei Bondarchuk. El festival presentó docenas de películas de directores como Vittorio de Sica, Luis Buñuel e Ingmar Bergman.
La idea original del festival era apoyar la industria cinematográfica nacional y acercar el cine mundial al público argentino. El concurso se organizó solo en 1959, con la participación de tres películas soviéticas. El premio principal a la mejor película fue para “Smultronstället”, de Ingmar Bergman.
El Festival de Mar del Plata fortaleció el papel del cine como fenómeno cultural y se convirtió en una plataforma para el intercambio de logros mundiales en el campo de la cinematografía. Al reunir a directores, teóricos y periodistas de todo el mundo se convirtió en uno de los festivales de cine más prestigiosos de la región.
Sin embargo, la inestabilidad social y política de Argentina hizo que el Festival dejara de existir en 1970 s. Después casi un cuarto de siglo y algunos intentos fallidos, finalmente se revivió en 1996.
Período moderno
Con la reanudación de su trabajo bajo la dirección del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el festival de cine comenzó rápidamente a recuperar su popularidad internacional.
Se celebró varias veces a principios de la década de 2000 en marzo, pero desde 2008, noviembre se ha convertido en el mes tradicional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. En esta etapa, la FIAPF le otorgó al festival la categoría “A”, convirtiéndolo en uno de los eventos cinematográficos más prestigiosos del mundo.
A medida que el festival se fue desarrollando, su programa de competición se fue ampliando gradualmente. Ahora incluye:
- Competencia Oficial Internacional,
- Competencia Latinoamericana de Largometrajes,
- Competencia Latinoamericana de Cortometrajes,
- Competencia Argentina de Largometrajes,
- Competencia Argentina de Cortometrajes,
- En Tránsito,
- Competencia Estados Alterados.
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata está históricamente organizado en distintas secciones. Además de la Competencia, el Festival ofrece a los participantes la sección Panorama donde directores consagrados conviven con nuevos talentos y distintos focos temáticos en el marco de lo mejor de la producción internacional más reciente.
Una parte importante del Festival es la sección Homenajes y Retrospectivas, que busca actualizar la trayectoria de directores prestigiosos con el objetivo de que sean puestos otra vez en circulación. Se trata de una sección clave para valorar obras en función de su herencia cultural para el cine del presente y del futuro, así como popularizar el cine actual.
Otra sección del festival, la de Restauraciones, está diseñada para revivir las obras maestras de la industria cinematográfica mundial y dar a los espectadores nuevas impresiones de las películas de épocas diferentes.
Por fuera de las pantallas, los invitados al festival pueden disfrutar de un amplio programa cultural. Los organizadores preparan debates informativos, charlas con Maestros, seminarios y mesas redondas sobre la historia y la teoría del cine, la crítica cinematográfica y las perspectivas del cine; también hay presentaciones de libros y proyecciones especiales. Algunos de estos eventos están disponibles en YouTube. Desde 2018, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata cuenta con un Foro de Cine y Perspectiva de Género, un espacio clave para reflexionar y visualizar las desigualdades en el sector audiovisual. El Foro ya se fue reconocido a nivel internacional.
Las películas soviéticas y rusas en Mar del Plata
A pesar de la distancia, muchas películas rusas se presentaron en el Festival de Cine Argentino en diferentes años.
En el primer período de existencia de la competencia, solo 10 festivales tuvieron lugar en Mar del Plata (1959–1970), donde la URSS presentó un total de 12 películas, entre ellas: “Guerra y Paz” de Sergei Bondarchuk, “No te aflijas” de Georgy Daneliya, “Muchachas” de Yury Chulyukin y “El último mes de otoño” de Vadim Derbenev.
Las películas de Yury Chulyukin y Vadim Derbenev trajeron premios a la Unión Soviética por la mejor interpretación: a la mejor actriz (Nadezhda Rumyantseva) y el mejor actor (Evgeny Lebedev) respectivamente en 1962 y 1966. En 1968, la película de Tatiana Lioznova “Los álamos de calle Pliuschija” ganó el premio de la Oficina Católica Internacional de Cine (OCIC).
Durante la nueva historia del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se participaron varias docenas de películas rusas, incluyendo obras de directores de cine de renombre como Alexei Balabanov, Alexander Sokurov, Alexei German, así como de autores menos reconocidos. Pero solo unas pocas películas se presentaron a la competencia, y dos de ellas trajeron a sus creadores prestigiosos premios.
En 2010, la película “Almas silenciosas” de Alexei Fedorchenko recibió dos premios Astor de plata por el mejor guión (Denis Osokin) y la mejor dirección. En 2016, la película “El Paraíso” de Andrei Konchalovsky ganó el premio al mejor guión (Elena Kiseleva y Andrei Konchalovsky).
35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, 21-29 de noviembre de 2020
Este año, el 35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se celebra por primera vez en formato virtual y está disponible para todos en el territorio nacional de Argentina de forma totalmente gratuita. Como resultado, los organizadores tuvieron que limitar el número de películas a exhibir, pero se mantuvieron las principales categorías de competencia y las secciones no competitivas.
El festival de este año es un homenaje a Fernando “Pino” Solanas, conocido director de cine argentino, que fue uno de los fundadores del “tercer cinematógrafo”, un movimiento que condena el modelo de producción cinematográfica de Hollywood, en el que la película es un producto de entretenimiento centrado únicamente en la ganancia de dinero. Solanas hizo películas sociales y políticas agudas. Su primer trabajo de largometraje fue “La hora de los hornos,” 1968. Esta película abrió el Festival de Cine de Mar del Plata este año.
El talento cinematográfico de Pino Solanas es bien conocido en todo el mundo. El director ganó los más prestigiosos premios de cine, incluyendo los festivales de Cannes y Venecia. Además, Fernando Solanas estuvo activamente involucrado en la política. En 2007, fue candidato a la presidencia de Argentina.
El programa de la competición internacional de este año no incluye películas de Rusia, pero la Competencia Estados Alterados incluye un documental de Vladimir Leon, el director francés de origen ruso. La película es titulada “Mis queridos espías” (“Mes chers espions”), se trata de dos hermanos, Pierre Leon y Vladimir Leon, que exploran la historia de su familia, respondiendo a la pregunta de si sus abuelos eran espías soviéticos en el París de los años 30.
La sección de cine infantil, Mar de Chicas y Chicos, presenta la obra de animación “Listik” (República de Bielorrusia y República Checa) de la joven directora Alyona Baranova, también conocida entre los animadores rusos.
La mayoría de las películas que participan en el Festival son argentinas y latinoamericanas, en menor medida – películas de otras regiones. El Festival de Cine de Mar del Plata está ganando popularidad entre los directores asiáticos. Y queremos creer que el cine ruso también aparecerá más a menudo en el Festival.
La pandemia ha planteado serios desafíos a la industria cinematográfica y ha obligado a explorar nuevos formatos, no solo como parte del proceso de producción de películas. Tal vez lo mejor que la crisis del coronavirus traerá a los festivales internacionales de cine sea la oportunidad de liberarse de los grilletes de la geografía y de lograr un nuevo nivel de interpenetración entre el arte cinematográfico de diferentes países.
