En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile del 19 de diciembre, el candidato de 35 años del bloque político “Apruebo Dignidad”, Gabriel Boric, obtuvo casi el 56% de los votos y se convirtió en el Presidente más joven en la historia del país. ¿Quién es Boric? ¿Qué camino tomaron los chilenos esta vez?
Algún momento del pasado, la economía de Chile fue una de las más estables de América Latina. Sin embargo, según los últimos indicadores, hoy existe una enorme estratificación social en el país, la brecha en el nivel de ingreso de los más pobres y los más ricos ha crecido significativamente en los últimos años. Según la ONU, la “desigualdad chilena” es una de las más importantes del mundo: el 1% de la población posee el 25% de la riqueza del país. Según el Banco Central de Chile, la suba de precios en el país al cierre de 2021 ascendió a 7,2%, la tasa más alta desde 2007.
Así lo evidencian los datos publicados el 8 de enero por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del país. El informe señala que en diciembre de 2021, el índice de precios al consumidor aumentó un 0,8%, mientras que la variación en 12 meses de 2021 fue del 7,2%. En la conclusión del INE se dice que en 2021 Chile fue el que más creció en los precios de transporte (18,9%), servicios en el ámbito de la recreación y el turismo (14,4%), así como en el sector de restaurantes y hotelería. (10,1%). Los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron de precio un 5,5%. Según el Banco Central de Chile, este incremento de precios se debe principalmente al extraordinario crecimiento de la demanda interna ya la depreciación del peso chileno.
Para Chile, uno de los Estados más desarrollados de América Latina, en el contexto de tales indicadores económicos, el año 2021 terminó con unas fatídicas elecciones presidenciales, en las que el radical de izquierda Gabriel Boric (Gabriel Boric Font) del bloque político “Abruebo Dignidad” derrotó al hijo de un ex miembro del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (alemán – Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei; abr.: NSDAP) – José Antonio Kast. El populista de derecha Antonio Kast recibió el 44% de los votos en la segunda vuelta. Kast, de 55 años, ha hecho su campaña por un mercado libre, fuertes recortes de impuestos, una lucha decidida contra la inmigración ilegal y el crimen, y contra el aborto y el matrimonio entre los representantes de LGBT. Según los analistas, el padre de nueve hijos, un católico conservador, líder del Partido Republicano es considerado partidario del ex dictador de Chile, el general Augusto Pinochet (Augusto José Ramón Pinochet Ugarte).
Por cierto, refiriéndonos a la historia, Pinochet construyó un modelo de máximo libre mercado e ideología conservadora de derecha. Aunque esta construcción se basó en la fuerza militar de los partidarios del general, la dinámica positiva del desarrollo económico, que fue una consecuencia de su Gobierno, no contribuyó a cambios dramáticos en el desarrollo posterior. Por eso, como señalan los observadores, desde hace tres décadas los chilenos han optado por la centroderecha y la centroizquierda moderadas. Hasta que, en 2021, dos antagonistas se unieron en la segunda vuelta: un representante de las fuerzas radicales de derecha, el hijo de un miembro del NSDAP que huyó a Chile después de la Segunda Guerra Mundial – Antonio Kast y el hijo de un croata y una catalana, activista estudiantil y radical de izquierda Gabriel Boric. Ambos candidatos se han convertido en outsiders del caleidoscopio político de Chile, representan partidos que nunca antes habían formado parte del Gobierno.
El único factor que suavizó esta confrontación fue la participación relativamente baja, alrededor del 47% en la primera vuelta y poco más del 55% en la segunda. Así, la mitad de los residentes del país simplemente ignoraron la votación. Cabe señalar que incluso antes del reinado de Augusto Pinochet, como en la mayoría de los países de la región, los chilenos siempre estuvieron bastante claramente divididos por convicciones políticas en dos campos: de “derecha” y de “izquierda”. Durante el reinado de la junta, la “izquierda” simplemente fue destruida o intimidada, y también privada del derecho al voto. Sin embargo, según indicadores económicos, tras la caída del régimen militar de Pinochet, el nivel de vida de los chilenos era uno de los más altos de América Latina. Por eso, algunos partidarios de la “derecha” todavía recuerdan el “milagro económico chileno” de esa época.
En los últimos años, la economía del país latinoamericano se ha desarrollado mejor que otros Estados de la región. Sin embargo, una economía de libre mercado no contribuía a una distribución armoniosa de ingresos y beneficios entre la población. Este estado de cosas se explica plenamente en la teoría económica por la principal desventaja de este modelo, ya que finalmente conduce a un aumento de la estratificación social. La falta de fondos públicos para educación, pensiones y medicinas al alcance de todos los segmentos de la población contribuyó a que para 2021 los problemas en estas áreas se convirtieran en los más urgentes para los chilenos.
Gabriel Boric promete cerrar estas desigualdades reformando los sistemas de pensiones y de salud, estimulando la inversión y reduciendo la semana laboral de 45 a 40 horas. Boric planea aumentar el salario mínimo de $386 dólares a $573 dólares y comenzar a emitir préstamos sin intereses y de tiempo limitado para la educación superior. El Presidente electo también pretende bloquear la implementación del controvertido proyecto minero, que ya ha sido abordado en artículos anteriores por “LACRUS”. Cabe enfatizar que Chile está experimentando cambios tremendos luego de que la abrumadora mayoría de la población votara el año pasado para enmendar la Constitución del país, adoptada durante el periodo de Pinochet.
Boric asumirá el cargo el 11 de marzo y seguramente enfrentará un desafío sin precedentes ya que el futuro del país está en juego en los próximos años. Como señalan varios analistas políticos, en primer lugar, mucho dependerá de su designación y decisiones oportunas. Además, los inversores internacionales seguirán de cerca este proceso.
El principal resultado de las elecciones en Chile a fines de 2021 fue que luego de tres décadas de transición, los chilenos dieron su voto para finalmente abandonar el polémico legado de Augusto Pinochet y consolidarse como un Estado con un modelo social de “izquierda”. Solo el futuro más cercano podrá mostrar cuán viable y efectiva será tal estructura social. Sin embargo, es bastante obvio que la adopción de la nueva Constitución se convertirá en una variable importante en la construcción del modelo concebido por Boric.
