En la semana pasada, el bolívar fue devaluado de inmediato en un 96%. Si todavía al principio de septiembre por el dólar de EE.UU. se podría conseguir un cuarto de millón de bolívares, después de la devaluación el precio de la moneda estadounidense ha aumentado en 24 veces y llego a la igualdad con el valor en el mercado negro. El gobierno venezolano espera acabar con la depresión social, en la cual Maduro en su declaración populista culpa a la guerra económica desatada por el imperialismo contra la revolución bolivariana y regímenes de izquierda. Casi todos los días, Nicolás Maduro se dirige al pueblo venezolano por la televisión, diciendo que tiene su forma revolucionaria única, lo que llevará el país muy pronto de vuelta al despertar.
Desde el 14 de septiembre, el líder venezolano ha comenzado un programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica con la devaluación de la moneda nacional. De aquí en adelante, en Venezuela, la circulación monetaria no es un bolívar simple como antes, sino soberano. Del primero, se difiere por el número de ceros: en una nueva moneda, hay cinco menos que en la anterior. Los venezolanos positivos bromean que, en adelante, bolívares probablemente se llevarán en bolsillos y no en un carro. Tal como lo asegura el gobierno, los nuevos bolívares están “vinculados” con la moneda de petro-efectivo, que a su vez se refiere, como se puede deducir del título, a los precios del petróleo. Hasta la fecha, un petro cuesta 60 bolívares soberanos. Además de la devaluación, el programa consiste en una serie de medidas: aumentar los impuestos, aumentar los precios de la gasolina para ciertas categorías de conductores y otros. El líder venezolano parece estar lleno de esperanzas o de fingir hábilmente que espera tener éxito, cada vez enfatizando que Venezuela está esperando un nuevo milagro económico.
Cabe señalar que el hecho de que el nuevo programa del Gobierno va a llevar a una mayor hambre, la miseria, la inflación, el deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos y el estado de economía, con que están de acuerdo también los conocidos economistas. Según el Director de la influyente Metropolitana, la empresa de consultoría «Economètrica», Henkel García, el plan propuesto por el Gobierno venezolano actual para la recuperación de la economía, se puede llamar una combinación de acciones e ideas caóticas, mal concebidas y conflictivas. Cuáles son las consecuencias que puede traer, el tiempo lo dirá, pero la mayoría de los principales economistas y analistas de todo el mundo están de acuerdo en que un “futuro brillante” prometido por Nicolás Maduro no se sucederá en los próximos años.
El Presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, una vez en una de sus declaraciones llamó a sus conciudadanos, que están dejando la “vena” rica de petróleo, como los esclavos y mendigos que corren de su casa para recibir “pan de jengibre” en el extranjero. Sin embargo, en un país extranjero hace mucho tiempo a los venezolanos no se han ofrecido “pan de jengibre”.
Ya en agosto, las autoridades de Ecuador y Perú a los cuales durante sólo una semana llegaron más de 20 mil refugiados de Venezuela, anunciaron que dejarán entrar a partir de ese momento a los ciudadanos venezolanos sólo con los pasaportes, en lugar de las tarjetas de identificación habituales, como era antes. Cabe señalar que el pasaporte no está disponible para todos los residentes de Venezuela, y su tramitación como de costumbre puede prolongarse durante muchos meses.