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Política

Bolivia: ¿Morales decidió vengarse de sus opositores políticos?

El 13 de marzo, la ex Presidenta Interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue detenida junto con los ex Ministros de Energías y de Justicia, Rodrigo Guzmán y Álvaro Cornejo. En total, cinco miembros del Gabinete de Áñez y varios otros, incluido el ex Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, fueron acusados ​​de organizar el golpe en noviembre de 2019. ¿Hasta dónde puede llegar un acto de venganza política de la “izquierda” boliviana? ¿Qué noticias hay en país hoy?

En octubre, Jeanine Áñez (Jeanine Áñez Chávez) gobernaba el país, y el 13 de marzo fue detenida en la casa de sus familiares en la ciudad de Trinidad. El día del arresto, la policía encontró a la política en un cajón debajo de la cama. El Tribunal boliviano ha detenido a la ex Presidente Interina del país para cuatro meses. Áñez declaró en su cuenta de Twitter: “Me envían 4 meses detenida para esperar el juicio por un “golpe” que nunca ocurrió. Desde aquí llamo a Bolivia a tener fe y esperanza. Un día, entre todos, levantaremos una Bolivia mejor”. Hoy, la ex Jefa de Estado está acusada de terrorismo, conspiración e incitación a disturbios.

A su vez, el Ministro de Justicia y Transparencia Institucional, Iván Lima (Iván Manolo Lima Magne) dijo el 14 de marzo que las acusaciones contra Jeanine Áñez no se referían al período de su presidencia, sino al momento en que se desempeñó como Segunda Vicepresidenta de Senado (Cámara Alta de la Asamblea Legislativa Plurinacional). Por cierto, fue este cargo, el quinto en la línea de sucesión después del jefe de Estado, el que le permitió a Áñez llegar al poder en noviembre de 2019 tras otros pretendientes al cargo de Presidente Interino de Bolivia.

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El 13 de marzo, la ex Presidenta Interina de Bolivia Jeanine Áñez fue detenida en la ciudad de Trinidad. Fuente: El País.

Volviendo a los acontecimientos que precedieron a la crisis política, cabe recordar que en octubre de 2019 se llevaron a cabo las Elecciones Generales (20 de octubre de 2019), en las que el candidato del partido entonces gobernante “Movimiento al Socialismo” (MAS) fue Evo Morales (Juan Evo Morales Ayma), quien decidió postularse de hecho por cuarto mandato consecutivo. La participación de Morales en el proceso electoral se convirtió en un motivo de descontento de la población, cuando en el referéndum de 2016, la mayoría de los ciudadanos bolivianos (51,3%) no estuvo de acuerdo con las enmiendas que permitirían reelegir el entonces Jefe de Estado para un cuarto mandato. Esa época los bolivianos votaron por la adhesión a la Constitución, que el propio Presidente propuso durante su primer mandato en 2009. Primero, Evo Morales aceptó la derrota y prometió respetar los resultados del referéndum, pero luego cambió de opinión, y por la decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional de 2018, Morales pudo ser reelegido nuevamente.

En las Elecciones Generales de 2019, fue importante para Evo Morales obtener un 10% más de votos en la primera vuelta que su oponente político más cercano, el representante del partido “Comunidad Ciudadana” (CC), y ahora ya no partidista, Carlos Mesa (Carlos Diego Mesa Gisbert). Según la Constitución Política de Bolivia, un margen del 10% en la primera vuelta garantiza la victoria de un candidato en el proceso electoral. Tras comprobar el 100% de las papeletas, el Tribunal Supremo Electoral del país publicó datos, según los cuales Evo Morales obtuvo el 47,08% de los votos y Carlos Mesa quedó en segundo lugar con el 36,51%. Fue aquí donde surgieron las dudas entre los opositores de Morales de que los recursos administrativos y las falsificaciones podrían haberse utilizado para la ventaja final del 10,57%.

En ese sentido, comenzaron las protestas masivas en Bolivia, muchos militares y gente de la clase media se alinearon con la “derecha”, y el propio Morales tuvo que salir del país y dirigirse a México, y luego a Argentina, donde pasó un año hasta el momento cuando el candidato de su partido, economista y ex Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora (Luis Alberto Arce Catacora), ganó las Elecciones Generales del 18 de octubre de 2020 con el 55,1% de los votos.

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Morales tuvo que salir del país en noviembre de 2019 hasta el momento cuando el candidato de su partido Luis Arce Catacora ganó las Elecciones Generales del 18 de octubre de 2020. Fuente: Milenio.

Pese a su regreso triunfal, el año de turbulencia política será recordado por los líderes del partido de Morales durante mucho tiempo. Luego de llegar al poder en noviembre de 2019, Jeanine Áñez y sus simpatizantes comenzaron a luchar contra Morales y sus ex partidarios, este último incluso fue acusado de terrorismo. Sin embargo, al final, Áñez no pudo preparar el terreno para la victoria sobre el “Movimiento al Socialismo”. Habiendo regresado al poder hoy, el Gobierno actual tampoco quiere mostrar generosidad con los vencidos, aunque ¿qué “frutos” políticos puede traerle esto?

Primero, nadie en Bolivia cree hoy en el poder judicial y su justicia. Después del caos político de noviembre de 2019, los casos estaban listos para ser sellados en los partidarios del partido “Movimiento al Socialismo”, pero ahora está sucediendo en la dirección opuesta. Así, el propio poder judicial puede ser acusado de participación directa en hechos que los partidarios de las visiones de “izquierda” identifican como un golpe de Estado. En segundo lugar, todo el plan se describió como un proceso a gran escala, en el que se suponía que debía involucrar a las personas influyentes del país. Sin embargo, los mencionados no se pudo utilizar: actualmente en Bolivia, la pacificación tras el proceso electoral de octubre de 2020 es muy inestable y las protestas podrían estallar nuevamente a la velocidad del rayo.

En resumen, cabe señalar que el propio partido de Morales, que en los últimos años ha sido el principal leitmotiv de la “izquierda” boliviana, también vive su propia crisis interna. Hoy, los “izquierdistas” acusan a Morales de no tener en cuenta a sus “compañeros de armas”. Por ejemplo, Eva Copa (Mónica Eva Copa Murga), que hizo mucho para que el partido “Movimiento al Socialismo” permaneciera en general en la “jaula” política en este año difícil para el país, perdió el apoyo del partido en la Elecciones Subnacionales en El Alto el 7 de marzo de 2020, ya que eligió quedarse y luchar tras el cambio de Gobierno. Aunque, al final, avanzó desde otro bloque de la “izquierda” – “Jallalla” y aun así ganó.

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